lunes, 17 de diciembre de 2007



(Sin título)


La arena se desdibuja sinuosa en la noche, se perdía entre olas de aguas negras, que en su oscuridad dibujaban otro cielo entre sus crestas…

Las estrellas lloraban la luna nueva, y se suicidaban dejando una estela que desgarraba el cielo. Sentado en la arena buscando palabras con las que escribir mis sentimientos te vi. En la tenue luz de un cielo que se deshacía en lágrimas vi tu silueta recortada en el llanto de plata, desnuda, con tu delicado cuerpo castigado al frió de la noche.. tu mirada perdida en el cielo, sabiéndote culpable de su llanto, sabiendo que es por ti por quien la luna no brilla, sabiendo que de celos enfermó al saberse vencida, perdió su lugar en la mente del poeta, éste la cambio por ti…

Sabes del dolor de las estrellas, y no puedes evitar, no pediste robarle el corazón a aquel hombre y ahora la luna muere de pena como el poeta de amor no correspondido.

Veo como el dolor te acongoja, sé del dolor que tortura tu pecho y del llanto que ahoga tu alma, es el mismo que yo siento, es la misma daga la que hiende mi corazón por amarte, es el mismo llanto de desprecio a la vida, lo siento por la luna y las estrellas mi corazón ansioso de riesgos eligió amarte a ti, mujer de negros cabellos y sonrisa sencilla desoyendo todos los consejos eligió al mas indómito de los sueños, para abrazarse a el y susurrarle al oído un te quiero. Se afanó en agarrarse a ti pero pese a su empeño no consiguió asir mas que promesas de amistad, insuficientes para el…

Ya entonces no queda nada… Murió mi corazón, se marcho la luna…y ahora tú lloras desconsolada insegura de tus decisiones… No llores más amor mío, no te equivocaste al elegir, fui yo quien se equivocó al soñar, deja que amanezca, que el sol me despierte y pronto volverá la luna a brillar…

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