La suerte le había sido injusta, esposa infiel, que corrió en brazos de otro, su copa cada vez más vacía se resistía a morir en la sequía del tiempo. Sentado en el maltrecho sillón que tanto tiempo había tenido que cargar con su ya derrotado cuerpo, rescató para sí retazos de otro días, días en los que aun recordaban su nombre, días en los que al ver el rostro de los que ahora se le antojaban extraños inevitablemente sonreía, días en los que todavía sus besos y caricias conseguiar erizarle el bello, y acelerarle el pulso...
Perdido entre efluvios desinfectantes, en una habitación vacía, donde el silencio solo se rompía por el ritmico pitido de aquel monitor, que para el no era mas que el inequívoco diapasón de la muerte, un sonido desgarrador, lleno de angustia sin sentido, ¿Por que estaba él allí?. Él no había hecho daño a nadie, fue siempre una bellísima persona, cuidó de su familia y seres queridos, siempre dispuesto a atender a quien fuera con una sonrisa en los labios, y ahora se encontraba aquí, despojado de su familia, olvidado por los pocos amigos que aun recordaba, inmerso cada vez más en el mar del olvido.
Perdido en aquel lugar, donde enfermo de tristeza, viendo a sus peores temores cobrar vida, allí terminaron sus dias, en el parte médico, la causa de la muerte rezaba: Soledad.
Ayose'11 Soledad... Pues bien nueva entrada de horas indecentes, agredeceria la ayuda de los tertulisos a arreglar esta amalgama de ideas sacadas del sombrero a las 6:00am
