lunes, 11 de febrero de 2008

Cadaver exquisito ("Mayte")

Un cielo gris y triste es el día perfecto para tomar un chocolate caliente y escuchar jazz sin comentar nadar. Dejamos que la música nos lleve, el ritmo del pianista marcando el son de nuestro divagar, y el almizcleño humo de un cigarro creando formas con las que jugar.

Cada figura un recuerdo que se esfumaba sin más, sin dar una explicación, un día sí, otro no, a veces una sonrisa a veces una lágrima…. Reír llorando, llorar riendo que mas da, tan solo una prueba para mí, de que aun me queda aire por respirar y demasiado humo negro por el que…dejar escapar una sonrisa a rebosar de rencor y odio, o una mirada con una doble interpretación, ¿gustas? ¿O te haces gustar?
Siempre el mismo juego, destinado a no ganar, una noche, una copa, risas y mañana en una cama extraña quizás, huida apresurada esperando no dejarme nada atrás,
para no volver a ver esa cara que desconozco y probablemente me repugne, que una noche con una copa de más me pareció un ángel..
Toda la vida igual, una noche en la puerta de algún bar de nombre borroso, buscando el momento adecuado, en el que me falte el aire para poder descansar…
así es el insomnio, tan frío, tan agotador, luces y pelusas que vienen y van, querer ser inconsciente de las cosas que te rodean y no poder...
Cerrar mis ojos y dejar la inconsciencia brotar, abrir los ojos y comprobar que 1+1 no será 2 nunca más. Prefiero beber y reír que sumar y romper a llorar, por eso yo asumo mi maldición, como un mimo asume su impotencia de ignorar el movimiento y la libertad, así como los cuadros de tan solo dos colores del Bohemia se conforman con ver vidas que nunca llegarán alcanzar..

No hay comentarios: