viernes, 8 de agosto de 2014

Lo fútil del empeño

La vida es cruel por amable que uno sea, te marchaste sin decir adios, con la promesa de no irte demasiado lejos.
Te dejaste conmigo una maleta cargada de explicaciones conceptuales dificiles de entender.

Todavia sigo recordando tu numero, pero mis cartas siguen sin respuesta, no tiene sentido llamar y preguntar ¿por qué?.

Se que un dia volveras y querras decir que todo te va bien, lastima que para entonces yo ya no estare, la maleta estara vacia, y el telefono descolgado.


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