en el taciturno mundo de soñar despierto,
esperando el abrazo de un dios, que se retrasa.
El tiempo se desvirtuá, laxo, surrealista,
acunándome entre perezosas horas.
la conciencia huye, y la ociosidad me invade
Por mas que cierro los ojos solo resta la ausencia:
de tus manos, de tu aliento, del sueño.
A Morfeo ruego acto de presencia,
que me maldiga con 8 horas de sueño,
que te esculpa con el ébano que me sostiene.
que me deje refugiarme en tu regazo...
Y que tu respiración marque de nuevo
el devenir de las horas.
Ayose'12 "Un hombre, es siempre un hombre en la cama"
Amanece que no es poco.
Amanece que no es poco.
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