Tratando de lamerme las heridas, como un perro al que le cuesta cicatrizar por alguna mala enfermedad a la que sin tratamiento parezco haber sobrevivido, y esque repleto de verdad trato de que el hormigon armado que recorre mi interior, a golpe de martillo y cincel recobre un poco de fluidez, la justa y necesaria. No pido mas que nervio y ganas para ponerme en marcha de nuevo y quitarme la cara de tonto que se me ha quedado.
Al final siempre tenemos que recurrir a los mismo Ctrl+Alt+Supr, y reiniciar el sistema...
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